Tienen una forma de cono, la que empieza con una punta afilada para entonces irse engrosando, puedes lograr del tamaño que desees.
Si has encontrado un empleo y demandan que te quites el expansor, tan sólo con retirarlo de la oreja se va a cerrar con sencillez.
Al momento de agregar un nuevo expansor no se debe sentir dolor intenso, si este es tu caso, debes aguardar unos días.
Si bien se considera una moda reciente o reconocida hace poco tiempo, tiene su origen hace miles de años en la cultura del antiguo Egipto.
Los expansores elaborados con silicona y madera mantienen una buena higiene en la oreja, en menor grado se encuentran de plástico y metal.
El material que acostumbran a emplearse es acero quirúrgico en el momento que se está empezando a formar los orificios, pues es pero seguro.
La mayor parte suelen ser realmente económicas y accesibles garantizando que a quienes les agrada este arte pueda temer mucha pluralidad en su colección personal.
A diferencia de otras perforaciones, es poquísimo común que se compliquen o bien generen algún tipo de secuelas graves al retirarse de la oreja.