Las perforaciones en la oreja se marchan estirando poco a poco mediante el uso de un expansor, este es conocido como falsas dilataciones.
Asimismo conocidos como conos expansores, son sumamente esenciales para ayudar a ensanchar el diámetro de la perforación hasta alcanzar el tamaño deseado.
Hay que lavar todos y cada uno de los días el agujero del lóbulo cuando se hayan retirado las falsas dilataciones para evitar cualquier infección.
Para prevenir de infecciones en la zona, o sencillamente calmar el dolor, debe sostenerla aseada y puedes emplear una solución salina y masajear de forma regular.
Es normal que tu oreja al someterse al proceso de expansión emane mal olor, esto se debe a la acumulación de células fallecidas.
Se pueden lograr de diferentes materiales en dependencia del gusto, la necesidad y como nos sintamos cómodos, ciertos pueden ser más pesados que otros.
Tras una intervención como la lobuloplastia, es normal que se tenga inflamación en el área durante ciertos días mientras que te recuperas.
En contraste a otras perforaciones, es poquísimo común que se compliquen o produzcan algún género de secuelas graves al retirarse de la oreja.